
1. Las Sagradas Escrituras
Creemos que las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos son la revelación escrita de Dios al hombre, y de esta manera los sesenta y seis libros de la Biblia constituyen la Palabra del Dios viviente, plenaria y verbalmente inspirada por Él, absolutamente sin error en los manuscritos originales. Al ser las Escrituras la Palabra del Dios Creador y Soberano, son también de autoridad suprema y vigencia perpetua en todo asunto de vida y de fe para todos los hombres. En Su infinitud y perfección, hay todavía un atributo más de la Palabra de Dios que adquiere especial relevancia en estos días: la suficiencia de las Escrituras. Esto significa que habiéndose compuesto y completado el canon bíblico bajo la supervisión e iluminación del Espíritu Santo, las Escrituras satisfacen toda necesidad humana y de la Iglesia de Cristo, no siendo necesarias ni aceptables nuevas revelaciones.
2. Dios Padre
Creemos que hay un solo Dios, incausado, santo y soberano, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cada una de estas tres Personas posee la misma naturaleza y los mismos atributos y perfecciones de la Deidad. Él es Creador y Sustentador del universo y de toda criatura, incluido el hombre.
3. Dios Hijo
Creemos que el Señor Jesucristo es la encarnación de Dios el Hijo. En cuanto a Su humanidad fue engendrado por el Espíritu Santo y concebido en María siendo ésta virgen; es verdadero Dios y verdadero hombre, santo e impecable. Fue crucificado por los pecados de la humanidad, muerto y sepultado, resucitó al tercer día y está sentado a la diestra de Dios Padre.
4. Dios Espíritu Santo
Creemos en la persona y deidad del Espíritu Santo. Él es quien convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio; y de una vez y para siempre, regenera a cada genuino creyente, lo bautiza en el cuerpo de Cristo, lo sella y habita permanentemente en él. El Espíritu Santo da poder para la vida y el servicio de los que cumplen con las demandas bíblicas de sumisión y total dependencia de Él.
5. La Divina Trinidad
Creemos en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Tres personas con la misma naturaleza y esencia, y que cada uno de ellos es Dios.
6. El Hombre
Creemos que los hombres fuimos creados por Dios, a Su imagen y semejanza, como seres morales libres, al dotarnos de voluntad para decidir, y de sentimientos e inteligencia para comprender; pero además fuimos informados y advertidos específica y directamente por Dios en el Edén acerca de la maldad y consecuencias del pecado, por lo cual somos totalmente responsables de nuestra caída y merecedores de Su justa y santa ira. El hombre pecó y, por lo tanto, se hizo merecedor de la muerte física y espiritual, quedando separado de Dios. Consecuentemente, todos los seres humanos nacemos con una naturaleza pecaminosa y bajo condenación, y somos responsables de nuestros pensamientos, palabras y hechos.
7. La Salvación
Creemos en la obra redentora de Jesucristo, el cual, con Su muerte en la cruz, ofreció un sacrificio suficiente para pagar los pecados de todos los hombres, de modo que todo aquel que cree en la persona y obra de Jesucristo como Salvador y Señor es reconciliado con el Padre y libre de la condenación eterna derivada de la Caída. Creemos que la salvación es por gracia, misericordia que Dios tiene por todos los hombres pues Él quiere que todos procedan al arrepentimiento. Dicha gracia se obtiene solamente por la fe en Jesucristo Su Hijo y el precio de esta salvación es únicamente la sangre del Salvador; la salvación provista así por Dios mediante Su Hijo es segura y eterna.
8. La Iglesia
Creemos en la única y santa Iglesia de Cristo, universal e invisible, como un Cuerpo Espiritual compuesto por los genuinos creyentes de todos los siglos y lugares, unidos a Dios por la fe en el Señor Jesucristo. Esta universalidad incluye a la Iglesia local y presente, la cual es un cuerpo visible de personas que confiesan creer en Jesucristo como Señor y Salvador, unidas a la Iglesia voluntariamente y congregándose periódicamente, entre los cuales se predica la Palabra de Dios, se observan las ordenanzas y se administra la disciplina respecto al orden, la organización y la jerarquía. Sin embargo, la misión fundamental de la Iglesia es glorificar a Dios, evangelizar al mundo y edificar a los fieles, con base exclusiva en las Sagradas Escrituras.
9. Mayordomía Financiera
Creemos que la mayordomía financiera es deber y privilegio de todos los cristianos, que como fieles mayordomos de Cristo contribuyen al sostenimiento y extensión de la obra con sus ofrendas y diezmos, por ser éstas las formas previstas en las Escrituras.
10. Sanidad Divina
Creemos en el poder y misericordia de Dios para proteger al creyente y sanar a todo ser humano en caso de enfermedad, si fuere Su voluntad. Creemos que en la obra redentora del Señor Jesucristo se ha hecho también provisión para la sanidad del cuerpo mortal en conformidad con Su Palabra; la misma establece la práctica de la unción con aceite como procedimiento eficaz y aceptable para que los eclesiásticos de la Iglesia oren por los enfermos.
11. Bautismo
Creemos que el bautismo bíblico es por inmersión en agua, el cual debe administrarse sólo a los creyentes, como un símbolo de su identificación con la muerte, sepultura y resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y como testimonio público de esa fe. Es una ordenanza establecida personalmente por el Señor de la Iglesia, Jesucristo.
12. Santa Cena
Creemos que la Santa Cena es una ordenanza del Señor: un acto solemne donde recordamos la muerte de Cristo y anunciamos con gozo Su venida. Participar de ella es un deber y privilegio exclusivo para los creyentes.
13. Segunda Venida
Creemos en el regreso de nuestro Señor Jesucristo, tanto por Sus santos en el arrebatamiento, como con Sus santos en Su manifestación gloriosa para establecer Su reino milenial. Creemos que la segunda venida del Señor Jesucristo es inminente y personal; esta esperanza impulsa al creyente a una vida santa y a un servicio fiel.
14. El Infierno
Creemos en la realidad del infierno y el castigo eterno para aquellos que voluntariamente deciden rechazar la salvación ofrecida por Dios a través de Jesucristo.
15. El Matrimonio
Creemos que el matrimonio es una institución creada por Dios para la preservación de la raza y felicidad del ser humano. Esta unión —que simboliza la unión mística entre Cristo y su Iglesia— debe ser monogámica, entre un hombre y una mujer, e indisoluble. Conforme a las Escrituras, desaprobamos el divorcio, excepto por causa de infidelidad consumada. Aun así, enseñamos el perdón y la restauración del matrimonio siempre que sea posible.